Estoy quieta, los arboles pasan fugaces, las personas
hablan de cosas banales y yo estoy parada.
Siento calor, pero un calor extraño, mis piernas tienen frío,
mis manos sudan y mi cara se prende fuego, respiro, sigo de pie pero siento que
caigo.
Mis manos aprietan mas y mas, mis nudillos se ponen
blancos y respiro hondo, pero no puedo, mi pecho se agita mi corazón late
fuerte, mi cara se vuelve palida y mis labios desaparecen.
Me duele el pecho y siento mareos, las cosas a mi alrededor
pierden forma, las caras de las personas se vuelven extrañas.
El chico que se reía mira serio, la mujer sentada se
levanta para ver mejor, ya no son cara de personas, son caras de payasos,
mugrosos y desaliñados payasos.
Me siento y tiemblo,
parezco una débil hoja en una fuerte correntada de viento, la frente me suda y
mis piernas y brazos no dejan de dar movimientos espasmódicos.
Todos me miran y me siento pequeña, siento que soy la atracción
mas horrible y asquerosa de todo el circo, quiero gritar que se alejen, que
dejen de mirar pero mas ojos se acercan a ver el freak show.
Mis labios se secan y me hago cada vez mas chiquita, me
cuerpo se encorva como si fuera a morir si no lo hiciera, la columna me duele,
es un dolor insoportable punzante, quiero gritar pero no puedo ya no tengo mas
voz.
La rubia con pollera de oficinista y un libro de Nietzche en su bolso me toca el brazo, pero yo me asusto, corro mi brazo como si ese simple gesto me quemara, me susurra algo y vuelve a tomar mi brazo, mis
latidos no se escuchan, no puedo respirar, mis piernas son frágiles y no responden.
Tengo que salir.
Me arrestan, salgo, el viento golpea mi sudorosa cara,
vomito mi desayudo, caigo muriendo por dentro, alguien pide ayuda, me preguntan
cosas que no se responder, me da miedo, saco fuerzas y corro, me alejo lo mas
que puedo, quieren detenerme pero no los dejo, solo corro.
Llego a un árbol y vuelvo a vomitar, me siento en sus raíces
y me quedo quiera embriagada en un peculiar aroma, una mezcla de vomito y
jazmines, me quedo y espero hasta que alguien me venga a buscar me de un chicle
y agua fresca, me susurre al odio “no pasa nada, todo va a estar bien” y me
lleve a casa.
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